02 mayo, 2011

Lluvia + Impermeabilización: colapso urbano


Cómo se demostró en las primeras lluvias que cayeron en el DF a comienzos del mes pasado, la gestión del agua pluvial es uno de los principales retos del desarrollo urbano. El aumento de áreas construidas y la desforestación, están alterando de forma dramática la respuesta hidrológica natural y el proceso de infiltración de la tierra. Antes, la vegetación interceptaba directamente la lluvia y ayudaba a la evapotranspiración y absorción del líquido que se infiltraba en el suelo.

En la actualidad, el aumento de áreas impermeabilizadas como techos, pavimentos y suelos, están evitando que se cumpla el proceso natural, lo que provoca que más agua escurra por la superficie y a mayor velocidad, los resultados se pueden ver en las noticias todos los años. A esta problemática se le suma la falta de una mayor planeación y que la infraestructura pluvial resulta insuficiente, lo que lleva a la saturación de los drenajes y canales provocando inundaciones y afectaciones a la sociedad. Por otro lado, el escurrimiento pluvial arrastra hacia los cauces naturales o hacia los sistemas de tuberías una mezcla tóxica de sedimentos, basura, hidrocarburos, aceites y grasas; haciéndolos incompatibles con la vida.

El más claro ejemplo de esta situación se observa en algunas ciudades como el Distrito Federal, donde las corrientes han sido canalizadas e incluso convertidas en calles o avenidas; en cuanto al agua de lluvia, al igual que el agua residual, son drenadas por el alcantarillado. De esta forma, la población cree que el escurrimiento pluvial se ha eliminado y ya no es una amenaza o algo que deba preocuparles, pero cada vez es más frecuente que los drenajes se saturen porque se acumula la basura que lleva el escurrimiento y provoca inundaciones. El más claro ejemplo se vio hace unos días en la ciudad en el Viaducto y el Canal de la Compañía.

La correcta gestión del agua de lluvia es un reto para México, no sólo para los organismos de gobierno, sino también para la sociedad y la industria. El agua de lluvia colapsa la infraestructura en la temporada de lluvia, pero luego los grandes centros urbanos tienen que hacer mega obras de ingeniería para abastecerse del suministro porque no pueden abastecerse. Un triste realidad que año tras año va empeorando y que se puede atender desde ya si se toman las medidas necesarias, que implican el aprovechamiento del agua de lluvia y la readecuación de la infraestructura de tal forma que vuelva a ayudar los proceso naturales que hemos roto.


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