15 diciembre, 2009

Agua de lluvia ¿Problema o solución? ¿Quién decide? (I)

La cosecha de lluvia es una solución muy importante para las grandes urbes en donde se está gastando más agua de la que se dispone. Un problema que se viene agravando además con las transformaciones que está produciendo el cambio climático, que cómo todos sabemos a estas alturas es una realidad.

Por ejemplo, en Barcelona vivieron una crisis por falta de suministro el año pasado, que obligó a que la ciudad importara agua, traída en barco desde ciudades cercanas como Marsella o Tarragona, luego una serie de lluvias fuertes salvaron la situación. Otra ciudad que está sufriendo en estos momentos es Caracas, quizá recordando lo que presagió García Márquez en la célebre crónica de ficción “Caracas sin agua”, una circunstancia que realmente pueden empezar a vivir las ciudades si no prevén la situación.

El caso de Ciudad de México es muy especial, cada vez se hace más patente el hecho de que la urbe se queda sin agua, el problema tiene varias explicaciones, partiendo de una sobre explotación de los manantiales de agua, hasta falta de previsión y políticas ineficaces de conservación del líquido. Sin embargo, los habitantes de esta ciudad nos preguntamos, pero si hace poco cayeron unas tormentas de agua increíbles que inundaron varias zonas, vimos coches flotando, casas bajo el agua, ríos desbordados ¿Qué pasó con toda esa cantidad de agua que ahora falta? La respuesta es triste, se fue al drenaje, se perdió en el alcantarillado, se desperdició. Falta agua, llega y la dejamos ir. Absurdo.

Por su parte el gobierno parte de la solución más rápida y sencilla: cobrar más y así obligar al ahorro, a la vez que ciertos días se corta el suministro. Consideramos que la tarifa es un elemento primario de conciencia económica e incentiva la correcta aplicación de recursos (además, todos nos debemos comprometer en el ahorro, la actitud que todos tomemos puede salvar la situación), pero esto no es suficiente.

Es dramático, que viendo el problema y teniendo desde cada julio hasta cada septiembre (por lo menos) la solución, no se tomen las medidas. Un sistema amplio de recolección de agua de lluvia, que luego puede ser tratada para su reutilización, podría evitar que en unos años el DF se quede seco.

El caso es que el Gobierno no es el UNICO actor, es más, no debemos esperarlo y menos en época de crisis donde sus recursos serán menos. Por otro lado, en este espacio queremos acabar con la estricta dependencia y queremos resaltar que la recolección de agua también pueden hacerla las empresas (en grandes superficies como son los techos o los estacionamientos), pero sobre todo, nosotros los ciudadanos la podemos hacer desde nuestras casas.

¿Porqué no mejor colaborar todos con nuestro “balde” y resolver el problema en conjunto? La solución que proponemos es la cosecha del agua.

Por ahora dejamos en el aire esta reflexión, a la cual agregamos este fragmento de video. En nuestra próxima entrada explicaremos un poco más en profundidad lo que podemos hacer nosotros desde nuestros hogares para cosechar lluvia y utilizarla.